Era un hombre enemigo de la soledad, era dueño de 3 flores que tenía que cuidar, nada más, y se dejó llevar...pobre de él. Se alejó de su tesoro, no lo supo contemplar, se olvidó de las 3 flores que tenía que cuidar, nada más, y se dejó llevar.. pobre de él.
Ya extraña los momentos que no pudo tener, se lamenta haber perdido lo que era parte de él, ya no más, todo volverá a ser como fue. Ahora lo miro a ese hombre mirar, con los ojos partidos, y nada que cuidar..nada más por dejarse llevar, pobre de él.