Odio creer que nadie me mirará como él lo hizo.
Creo que sólo lo extraño por pura costumbre, no porque dentro de mí corazón exista amor; pero si hoy lo tuviera frente a mí le diría una y otra vez "no quiero nada de ti". Fui la imbécil que empezó todo esto y tengo que ser capaz de dar fin a una historia, para él sin sentido. Aunque me falte el aire cada vez que lo veo. Él no me merece-